"Tuve en mi pago en un tiempo
hijos, hacienda y mujer,
pero empecé a padecer,
me echaron a la frontera.
¡Y que iba a hallar al volver!
Tan solo hallé la tapera."
Después de haber resumido en esa primera estrofa lo grande de su desgracia, comienza a hacernos la narración detallada de los acontecimientos que lo llevaron a la situación presente:
(canto III)
"Sosegao vivía en mi rancho
como el pájaro en su nido.
Allí mis hijos queridos
iban creciendo a mi lao...
Sólo queda al desgraciao
lamentar el bien perdido."
(canto III) :
"(...)la pucha que se trabaja
sin que le larguen ni un rial."
Pero no todo era trabajo agrícola; a veces luchaban contra los indios, lo hacían en condiciones deplorables: montaban en pelo, en oportunidades enancados y con lanzas de rústica construcción y también sin armas de fuego. La vida en la frontera le enseñó mucho a Fierro y también llegó a conocer la realidad de existir.
(canto VI) :
Ahora vuelve y allí está la tapera simbolizando su mundo destruido. Y no puede soportar el dolor y surge en él la rebeldía:
Ahora vuelve y allí está la tapera simbolizando su mundo destruido. Y no puede soportar el dolor y surge en él la rebeldía:
"(...)Yo juré en esa ocasión
ser más malo que una fiera"
A Fierro se le ha mentido, se le ha robado y se le ha castigado de manera injusta; él no hace más que reaccionar ante los hechos. No puede contener las lágrimas y llora; es un llanto de hombre que manifiesta impotencia juntamente con dolor.
Siguiendo con el (canto VI) :
Un padre sufriente. Pero no es todo, su mujer lo ha traicionado, pero él no la acusa, sino que la justifica plenamente; ella no es más que otra de las afectadas por toda la situación de violencia. Fierro es noble de espíritu, que aún en medio de la aflicción sabe perdonar. Habla por última vez con su esposa, ella no lo escucha, pero él igual dice:
"Tal vez no te vuelva a ver,
prenda de mi corazón.
Dios te dé su protección
ya que no me la dio a mí.
Y a mis hijos donde aquí
les echo mi bendición."
ser más malo que una fiera"
A Fierro se le ha mentido, se le ha robado y se le ha castigado de manera injusta; él no hace más que reaccionar ante los hechos. No puede contener las lágrimas y llora; es un llanto de hombre que manifiesta impotencia juntamente con dolor.
Siguiendo con el (canto VI) :
Un padre sufriente. Pero no es todo, su mujer lo ha traicionado, pero él no la acusa, sino que la justifica plenamente; ella no es más que otra de las afectadas por toda la situación de violencia. Fierro es noble de espíritu, que aún en medio de la aflicción sabe perdonar. Habla por última vez con su esposa, ella no lo escucha, pero él igual dice:
"Tal vez no te vuelva a ver,
prenda de mi corazón.
Dios te dé su protección
ya que no me la dio a mí.
Y a mis hijos donde aquí
les echo mi bendición."